abril 17, 2016

iPhone SE y iPad Pro de 9.7 tienen 2GB de memoria RAM pero sólo puedes usar 400MB

Habitualmente Apple jamás dice cuanta memoria RAM tienen sus aparatos iOS porque en realidad para los usuarios que lo compran eso es lo de menos para comprar, lo importante es el logo de la manzana y el diseño por fuera.
Casi siempre hay que esperar a que esté a la venta y alguien los desmonte por completo o simplemente pasar alguna utilidad que haga un chequeo del sistema. Tanto iPhone SE como el nuevo iPad Pro más pequeñín de 9.7 pulgadas comparten 2GB de memoria como el iPhone 6S Plus.
Si duda Tim Cook al final cumple, en el pasado, era muy frecuente los respring en iPhone 5s y iPhone 6 con un 1GB de memoria RAM y Apple dijo que lo solucionaría, no ha sido por software porque es imposible pero si por actualización de hardware agregando 1GB extra.
En cualquier caso, ahora iOS 9 así como el siguiente iOS 10 cada vez consumen más recursos, especialmente Safari explorer que es un autentico devorador de RAM con dos pestañas abiertas, y eso es lo que pasa con el nuevo iPad Pro y iPhone SE.
Si ven la foto, con solo arrancar el sistema, iOS 9 ya se ha comido casi toda la RAM dejando sólo 439 MB libres para el usuario. Un despiste en una app que consuma un poquito más y respring asegurado aunque con esta RAM libre, WhatsApp así como los videojuegos de ATARI irán mucho más sueltos.

SATA, ya no te queremos: el estándar M.2 es el presente y futuro de las unidades SSD





  



El estándar SATA nos ha servido bien, pero a toda
cerdo tecnología le llega su San Martín, y esta solución para conectar unidades de almacenamiento hace tiempo que tiene un sustituto poderoso y mucho más acorde con los tiempos. Su nombre: M.2.
Llevamos tiempo viendo este tipo de unidades en algunos PCs y sobre todo portátiles de última generación, y aunque no solo se limita a servir para conectar dispositivos de almacenamiento, este tipo de soluciones son las que están brillando con luz propia. Y si no que se lo digan a los nuevos productos de fabricantes como Samsung, Plextor u OCZ, cuyas unidades SSD en formato M.2rondan velocidades de lectura de 2,5 GBps.

La nueva generación de unidades SSD

El CES 2016 ha servido para confirmar que lo que hasta ahora era válido para la mayoría de usuarios comienza a quedarse claramente atrás. Las unidades SSD hace tiempo que se han consolidado como la mejor actualización que uno le puede hacer a su PC o portátil, pero si queréis exprimir esas prestaciones de verdad, deberíais pensar en actualizarlos con unidades SSD M.2.
Ssd1
Aquí existe la posibilidad de que vuestro PC o vuestro portátil simplemente no acepten este tipo de unidades. En el caso de los portátiles lo tenéis prácticamente imposible, porque la capacidad de expansión de estos equipos es más limitada y normalmente tendremos que limitarnos al tipo de conector que se incluye en la placa base.
Existe una opción, y es conseguir un adaptador de M.2 (NGFF) a mPCIe para luego conectar la unidad SSD M.2 que queramos añadir al equipo, pero este tipo de adaptadores sirven normalmente para módulos de conectividad WiFi/Bluetooth/3G/LTE. Afortunadamente cada vez más fabricantes de portátiles trabajan con el estándar M.2, aunque como veremos más adelante hay diversas versiones del estándar con diversas prestaciones.

Las ranuras PCIe al rescate

La cosa cambia de forma notable si lo que queréis es actualizar vuestro PC. En el mercado existen ya soluciones que os permiten aprovechar las ranuras PCIe para conectar a ellas unidades SSD con conector M.2, o lo que es lo mismo, aprovechar esas unidades con formato "paquete de chicles" en placas PCIe que hasta no hace mucho no se utilizaban demasiado en temas de almacenamiento en equipos para usuarios finales.
Samsung
Póngame 10 de estos, por favor.
Esa tendencia cambiará a corto plazo, y es probable que no tardemos mucho en ver cómo el estándar de conexión SATA pierde protagonismo frente a las conexiones M.2 y PCIe que permiten exprimir las nuevas unidades SSD (sobre todo las que soportan NVMe).
Fabricantes como Samsung, Plextor (M80Pe) u OCZ han mostrado soluciones en este CES que ofrecen velocidades de transferencia de 2,5 GBps en lectura y 1,5 GBps en escritura y que estaban conectadas a los PCs vía interfaz PCI-Express 3.0 x4. Ese rendimiento baja si utilizamos esas unidades en ranuras M.2 o PCIe menos "potentes", de modo que hay que prestar especial atención a la otra clave de estas soluciones.

Cuidado con la placa base

Si vuestra placa base no soporta este tipo de ranura perderéis rendimiento, así que si estáis pensando en olvidar el estándar SATA atentos a esto. En la curiosa página Johny Lucky hay información muy relevante sobre las últimas unidades disponibles, qué tipo de estándar de conexión soportan y si hay análisis de esas unidades en medios técnicos, y os puede servir como referencia si estáis buscando unidades de última generación... o quizás de la generación anterior.
Asrock Z170 Extreme7
Si tenéis un equipo que no sea de última generación y no contáis con una placa base con los últimos chipsets probablemente tengáis que aceptar el hecho de que no podréis sacar el máximo rendimiento de unidades como las prometedoras Samsung 950 Pro NVMe de las que hablamos hace tiempo, por lo que es importante que prestéis atención al tipo de soporte M.2 de vuestras placas.
De hecho, el estándar M.e se pueden conectar a través de tre interfaces lógicos distintos. Se pueden conectar tanto a través de las controladoras SATA (las que dan el peor rendimiento), pero también a través del bus PCIe tanto en modo x2 como en modo x4. Afortunadamente todas las unidades SSD M.2 son compatibles hacia atrás con SATA así que aunque no aprovechéis toda la potencia de esas unidades, podréis seguir usándolas con vuestras actuales placas base (a no ser que la unidad no tenga conector SATA, claro).
El problema de las placas base actuales es claro. Incluso en modelos que sí soportan estas unidades, hay limitaciones. Tenemos un buen ejemplo en la ASUS Z97-A, una placa base con tres ranuras PCIe x16. Una de ellas será utilizada para una gráfica, mientras que sí podríamos utilizar la segunda ranura para una unidad SSD M.2 x4 que, eso sí, tendría un efecto colateral: reduciría la velocidad de la primera ranura PCIe a x8 en lugar de x16.
No es una tragedia, pero la situación no es ideal. Como indicaban en este hilo de Reddit, el soporte hasta no hace mucho era limitado, y casi conviene plantearse dar el salto a placas para procesadores Skylake que ofrecen más pistas PCI 3.0. Tenemos un buen ejemplo en la ASRock Z170 Extreme7+, una placa preparada al máximo para los nuevos Skylake, con el nuevo chipset Z170 de Intel y a la que es posible no una ni dos, sino hasta tres unidades SSD M.2 3.0 x4 en RAID (si así lo deseamos). Boom.

Esto es un SSD, no una gráfica

En este sentido podemos encontrarnos con diversas versiones del conector que ofrecerá más o menos prestaciones. El M.2 3.0 x4 es el que utilizan las unidades tope de gama que hacen uso de 4 canales PCI Express 3.0 (PCIe 3.0 x4) y que ofrecen las máximas prestaciones. Algunos fabricantes denominan a estos puertos M.2 "Ultra M.2". Es el tipo de conector que deberíais buscar para unidades como las Samsung 950 Pro.
Intel1Esto no es una tarjeta gráfica: es una poderosa unidad SSD que aprovecha las ranuras PCIe 3.0 x4 (con soporte NVMe) para ofrecer tasas de transferencia absolutamente demoledoras
Pero claro, también podéis encontraros con puertos M.2 2.0 x4, M.2 2.0 x2 o M.2 SATA 3, además por supuesto de unidades en formato PCIe: básicamente son unidades SSD con conectores M.2 pero ya integradas en el adaptador PCIe(tienen el mismo aspecto que una tarjeta gráfica) para conectarlo a nuestra placa base con facilidad. Cuidado, porque cada una de esas versiones ofrece distintas prestaciones, sindo las SATA las más limitadas.
La confusión puede llegar a ser importante, así que tendréis que consultar qué tipo de unidad os queréis comprar y qué tipo de soporte tenéis en vuestra placa base. Recordad, las M.2 3.0 x4 -formato paquete de chicles- o las PCIe 3.0 x4 -que tienen el mismo aspecto que una gráfica dedicada- son las tope de gama, pero antes de lanzaros a la compra tendréis que verificar que vuestra placa soporta esos estándares, porque no muchas lo hacen a día de hoy.



Intel lo tiene claro: SSDs en PCIe a corto plazo, y Optane (atentos a esto) a medio plazo



La evolución de los sistemas de almacenamiento está siendo prodigiosa. Parecíamos anclados en pesados discos duros que no lograban mejorar las prestaciones salvo de forma lenta, y de repente llegaron las unidades SSD que aprovechaban la interfaz SATA. Las cosas han seguido avanzando, y hoy en día la interfaz SATA está más de capa caída que nunca.
Intel es una de las que propone abandonarla próximamente. De hecho su apuesta está clara: las limitaciones técnicas del estándar SATA (máximo de 600 Mbps) han sido sobrepasadas gracias a la aparición de otras interfaces como PCIe, M.2 o U.2, pero atentos porque Intel se guarda un as en la manga para el futuro: su tecnología Optanemás conocida como 3D XPoint.
Los responsables de Intel concedieron hace poco una entrevista a PCWorld en la que pudieron explicar esas apuestas de futuro en el terreno del almacenamiento. Aparte de la muerte anunciada de los discos duros convencionales -los precios por GB ya son casi equivalentes- en Intel creen que muchos usuarios consideran más prioritario la velocidad que la capacidad.
Bill Leszinske, responsable de la división de productos basados en memoria no volátil -y los SSD entran en esa categoría- tenía claro que la migración a unidades PCIe sería mucho más evidente a finales de 2017. De hecho esta es una transición que las grandes empresas han tenido muy en cuenta para mejorar el comportamiento de sus centros de datos de forma crítica.

Optane (a.k.a. 3D XPoint) al ataque

Sin embargo lo interesante es lo que vendrá después. Y eso no será ni más ni menos -en el caso de Intel, claro- que Optane o 3D XPoint, una tecnología que básicamente permite que logremos tasas de transferencia 1.000 veces superiores a las actuales. Para que os hagáis una idea, es algo así como si pudiéramos usar la memoria RAM como un disco duro.
Intel Dimm 100609149 Orig
Esa idea no es nueva, claro. Mi viejo Amiga 500 lo hacía a finales de los 80 -bueno, mientras tuvieras encendido el ordenador, claro-, pero aquel concepto no fraguó en otras plataformas hasta ahora, cuando parece que esa idea se ha retomado gracias a las ventajas que ofrece la tecnología NAND actual.
Optane es precisamente una adaptación de esa idea. Es como lograr que tengamos módulos de memoria RAM persistentes, algo que de hecho otros proyectos como las memorias NVDIMMs están tratando de hacer. Sin embargo en Intel creen que esa solución, aunque pueda ser útil para ciertas cargas de trabajo, no es elegante, ya que combina módulos DRAM con módulos NAND que además tienen que estar respaldados por una batería.
En el caso de Optane la aproximación al problema es distinta: la idea es utilizar ranuras DDR4 modificadas, algo que en Intel han logrado hacer a base de mucho trabajo. Entre otras cosas tuvieron que modificar la interfaz eléctrica de esas ranuras, además del controlador, el módulo de memoria o incluso el juego de instrucciones para lograr que en efecto esa memoria fuera persistente y los datos en ella almacenados no desaparecieran después de apagar el ordenador.
No está claro cuando llegarán esas soluciones, pero cuando lo hagan, si como todo parece lo hacen, estaremos ante otro de esos avances que harán que recordemos nuestras actuales unidades SSD y pensemos en ellas como cuando ahora pensamos en aquellos discos de 3,5''. Qué tiempos, ¿verdad? Pues eso.